Eros y Psique
Recuerdo que ese día hablamos durante la mañana del mito de Eros y Psique. Nos enviamos frecuentes notas mediante las cuales intercambiábamos opiniones de ello y lo contextualizábamos a nuestros días. Era fascinante explotar aquello , ser profesor y alumno del otro. Rozar el gozo de enseñar y tener la humildad de recibirla. Entonces no sabía que oiría su voz aquel día por última vez.
Creo que eran cinco tipos, escuché minutos antes unos gritos de varios puntos diferentes, luego el inconfundible sonido de los disparos huyendo al cielo. Disculpen si no soy preciso, el tiempo ha ido borrando los detalles.
Lo que sé que es seguro es que me escondí, huí de la vorágine hasta ocultarme tras unas cajas, pero me sentía un poco más liviano que hace algunos minutos atrás. Entonces noté con horror como la vida se me escapaba gota a gota a través de un orificio bajo mi camisa.
¿ En qué momento llegó ahí ? fue lo único que pensé mientras mi cuerpo comenzaba una marcha irreversible.
Me encogí lentamente bajo un escritorio con movimientos cada vez más lentos y dificultosos. recuerdo que logré sacar mi teléfono del bolsillo y haber marcado su número.
- ¿ Alo?
Sentí su jovial alegría empaparme la cara al oír su voz y fui tan feliz como puedo explicarlo en una palabra.
-¿Dónde estás?
Quería hablar , decirle todo el amor que provocaba en mí, pero las palabras parecían atoradas en mi garganta.
Entonces vi mi Psique irse de mí , viajar a la más apacible lontananza en espera de una vez más, la unión del deseo y el alma.